Muchas veces tú vida da un giro drástico, para bien o para mal.
Las personas que veías diariamente ya no están, las calles que recorrías no son las mismas, inclusive TÚ no eres la misma persona de hace unos meses.
Todos los días te levantas diciendo “Hazlo, pronto acabará” sabiendo que aún queda mucho tiempo para eso.
Ya no estás cerca de mamá, papá, hermanos, abuelos ni amigos.
Solo estás tú, nada más que tú.
Cada noche al llegar a “tu nuevo hogar” es pensando si ellos están bien.
Te encierras en tu habitación y lloras en silencio, las lágrimas que caen de tus ojos son esos gritos que quisieras estar dando ahora.
Ya nada es igual.
Y es allí donde dices, “mi vida ha cambiado”
Es allí donde quieres volver a aquellos días donde eras feliz sin saberlo.
Donde estaba toda tu familia unida.
Donde estabas con tus amigos.
Donde tenías a tu mascota contigo día tras día.
Tratas de distraerte, no pensar en nada que te haga sentir triste.
Conocer personas que ayuden a llenar el vacío que llevas dentro, pero nada de eso es posible.
Quieres dejar todo nuevamente y regresar.
Tienes que seguir adelante y ser fuerte, es lo único que puedes hacer.
Distante, pero no ausente🇻🇪
Comentarios
Publicar un comentario